23 marzo, 2016

¡Qué recuerdos! parece que fue ayer...

Parece que fue ayer cuando visité Bruselas, las instituciones europeas y también el resto de la ciudad, incluidos,  los barrios que estos días tanto se mencionan en la televisión. Barrios que por cierto,  recuerdo  la mar de tranquilos y en los que yo particularmente recibí un trato excepcional.

 Creo que nuevamente caemos en el error de hacer generalizaciones un tanto peligrosas, que sirven más para confundir y sembrar rencor que para aclarar y generar unidad. Todos nos solidarizamos con las víctimas del atentado de Bruselas, igual que lo hicimos en su día con París, y del mismo modo que lo debemos hacer con Ankara tras el último atentado sufrido o con Siria, donde mueren personas a diario. Por supuesto que sí, soy de las que como recoge Sabina en sus letras, espera que el diccionario detenga las balas y que los que matan se mueran de miedo. Pero también soy de las que detesta que no se dé el mismo "valor" a todas las vidas humanas y de las que desea  que no se utilice tan a la ligera la palabra musulmán y yihadista. Mis alumnos/as aprendieron muy bien la lección en su momento, entre otras cosas porque el testimonio de uno de sus compañeros musulmanes fue más que clarificador,  no entiendo como algunos comentaristas no se paran a pensar en la peligrosidad del lenguaje que de manera incorrecta emplean.