26 enero, 2007

El tren de los valores


Comencé leyendo esta noticia y terminé encontrando una de esas páginas que hace que surjan nuevas ideas en cuestión de minutos. Supongo que el tren de los valores paró en esta estación para confirmar el lema de la Semana Internacional del Libro Infantil y Juvenil de Barcelona: leer nos lleva lejos.

25 enero, 2007

Mi última inversión

Después de días entretenida con el curso de funcionarios en prácticas, vuelvo por aquí para comentar mis impresiones hasta el momento.

¿Obligatorio o voluntario?, primera cuestión. Para algunos es indiscutible la respuesta. Yo, llegados ya a este punto,lo considero obligatorio e innecesario,ya que supone un gasto económico desproporcionado y un tiempo malgastado que nada tienen que ver con la rentabilidad del mismo. ¿Con qué me quedo?, con el aburrimiento y las risas compartidas con mis compañeros, con la media hora de café, con algunas curiosidades aprendidas, con el recuerdo de afirmaciones rotundas, más que cuestionables, que ponen de relieve el cargo que cada uno desempeña en esta empresa, y con la reflexión que me suscita la lectura de algunos textos proporcionados por ciertas mentes inspiradas en un momento dado. Allá va uno que me ha gustado especialmente y que está en sintonía con el modo de ver de una novata en prácticas como yo.

La evaluación suele verse como una espada de Damocles que cuelga sobre nosotros. Trabajémosla, creemos una cultura de la evaluación, sin la cual nuestro vuelo se parecerá al de Ícaro. No tejamos y destejamos sin más como Penélope, las personas se cansan. No cantemos cantos de sirena, ni nos creamos Ulises. No lo somos. Juntos trabajaremos mejor, como en Fuenteovejuna. Muchas veces deberemos recurrir a una Ariadna para que nos eche "un cable" como a Teseo. No desestimemos nuestra influencia sobre los alumnos: Pygmalión convirtió una estatua en realidad por lo mucho que creía en ella. Nuestras expectativas son el motor de las personas con las que trabajamos. Finalmente, no luches contra Cronos. Aprende de tu experiencia. Evalúate.

(Mis disculpas para el autor, me gustaría mencionarlo pero desconozco su nombre).

14 enero, 2007

Lo que dejó la semana

Organizo la semana que se acerca, mientras recuerdo lo vivido en la que ya, casi, queda atrás. Sin duda, una de esas de gran intensidad emocional y de enriquecedoras experiencias.

Esta semana comenzó con una inesperada e incesante inquietud, causada por la irresponsabilidad, inconsciencia o simplemente, el descuido de un conductor. Hechos lamentables que hicieron que nos olvidáramos de la profesión y aflorara la verdadera persona. Superada la primera prueba emocional, me encontré con una de esas fuertes situaciones que confirma que el aliento, la persistencia y la palabra, hacen que el cerebro, auque no deje de ser complejo, no se crea invencible. Así, la esperanza llamó a la puerta para anunciarme que el coraje había vencido al amenazante miedo y la prudencia volvió a mezclarse con la ilusión y la sonrisa que, durante tantos días, había echado en falta en su cara.

Superadas estas pruebas y entre actividades varias, me sorprendió un fin de semana que nunca hubiera podido predecir, que sería tan enriquecedor. Junto con otros compañeros de trabajo, acudí al Curso denominado “La interactividad como práctica docente: taller de ciencia recreativa” y allí me encontré con grandes sorpresas. El CPR de Jerez, nos proporcionó, como ya en otras ocasiones, mucho y buen material; cosa que por otra parte, no todos los centros de profesores hacen. Entre este material he descubierto interesantes guías de astronomía, un útil planisferio y uno de esos libros que incluye un CD de sencillo uso para recorrer el firmamento y que consigue embelesar a niños y no tan niños. Más, pues sí. Por si era poco el grato rato nocturno de convivencia, que pasamos en el campo viendo algunas constelaciones, el sábado contamos con una visita de lujo. Se acercó desde Cádiz, Jesús Matos Delgado, el presidente de la Asociación de Profesores Amigos de la Ciencia: EUREKA; un profesor de secundaria que además de mostrarse cercano, nos contó su experiencia a pie de aula y nos permitió disfrutar creando y jugando.

Con esto, damos un paso más para acercarnos a la que será en el futuro, una atractiva aula interactiva. Fruto sin duda, de la pequeña o gran aportación de muchos.

07 enero, 2007

La fiebre consumista

Allá va, una de esas imágenes que refleja la fiebre que padecen algunos, mientras otros tiran abajo las puertas de los centros comerciales para satisfacer el ansia de comprar.

Lo que se quedó en el tintero del 2006

Después de unos días de vacaciones en los que he probado algo de varios oficios, hay que volver a la faena. Antes de meternos en materia, quiero aprovechar este espacio para referirme a la conocida matanza, una de esas costumbres que en mi familia viene celebrandose desde hace cientos de años y que en estos días se celebra en muchos pueblos de Extremadura.

La matanza está impregnada de polémica. Para algunos refleja un tipo encubierto de maltrato animal, aunque para otros, no pase de ser una costumbre que refleja la economía de subsistencia existente todavía en algunas zonas rurales. En todo caso, para nosotros es una tradición que permite el reencuentro familiar, el trabajo en conjunto y el disfrute del mismo.

Este es el proceso matancero que seguimos en mi familia para elaborar el embutido.

1º.- Sacrificados los cerdos, los chamuscamos y los raspamos hasta que la piel esté a punto. Hace años, los cerdos se chamuscaban con escobas encendidas que se prendían de una pequeña hoguera, pero hoy en día recurrimos al butano y al soplete.

2º.- Una vez pelados los cerdos, estos se pasan a una mesa curvada para degollarlos. Así comienza el minucioso proceso de despiece.

3º.- Mientras esto sucede, de forma paralela se van lavando los intestinos del cerdo, con la intención de aprovechar posteriormente las mejores tripas para elaborar los lomos y las longanizas que meses más tarde degustaremos.

5º.- Posteriormente, se pica la carne separando el magro de la grasa y se adoba de una u otra forma, en función del embutido (longaniza, salchichón, chorizo, morcilla, farinato…) que queramos obtener.

6º.- Después de horas de reposo, la carne picada se embucha y se cuelga para que se seque.

Algunas fotos de la matanza, entre otras, pueden verse aquí.

¿Educativo?, no sé si contar este proceso lo es. En todo caso, mi familia y mi memoria, cuando llegue su momento, lo agradecerán.