29 noviembre, 2007

Un día que te envejece como un año

Sirvan estas palabras para pensar y que no suceda más.

Hay días en los que todo lo que acontecía con normalidad se tiñe repentinamente de gris y ocurren sucesos que el ser humano no puede prever y que inevitablemente nos hacen estremecer con fuerza.

Así me siento y así he vivido la caída de tres alumnas de mi centro esta semana. Una caída inesperada, envuelta entre empujones juveniles, y una valla de obra que sin explicación aparente cedió repentinamente causando que las tres chicas cayeran a la pista deportiva de nuestro centro (suspiro y sigo...)

El cuerpo se recupera lentamente al ritmo que lo hacen las alumnas afectadas y la mente, a pesar de que no le corresponde, sigue intentando encontrar respuesta sin hallarla. Dos de las alumnas ya están en casa y la más afectada ya está en la habitación asignada en planta, la inquietud sigue existiendo pero los rostros de todos los que hemos estado cerca comienzan a mostrar ya otra expresión. Ahora, a nosotros nos falta esperar que todo siga su curso y la niña siga evolucionando favorablemente, sólo así recuperaremos esa sonrisa que se ha tornado en tristeza estos días. Esperamos también que a algunos, estos tristes hechos, les hagan recobrar el sentido común y de la responsabilidad, porque sólo así se evitarán obras tan precipitadas y golpes tan fuertes como los que estas niñas han sufrido en su propia carne y toda la familia, el centro y el pueblo en su conjunto, han sentido como si fuera en la suya.

25 noviembre, 2007

Contra la violencia hacia las mujeres

No me olvido de vosotros, y mucho menos quiero olvidarme hoy de ellas. A todos esos niños que no han tenido la suerte de descubrir lo que eso supone y a todas esas mujeres que fueron y/o siguen siendo víctimas porque el miedo les impide buscar alternativas, les hemos dedicado con mucho cariño las actividades que hemos realizado esta semana en nuestro centro. Por eso, porque necesitamos un mundo mejor; porque debemos gritar y hacer algo para conseguirlo; porque ya está bien de callar y permitir que siga sucediendo...por eso y por más, hay que seguir pensando y haciendo para lograr que la igualdad se convierta en algo real.