10 diciembre, 2009

Después de meses aislada del mundo VUELVO A DAR EL COÑAZO

Ya pasó el verano, ya dejé atrás el papeleo y las idas y venidas a los bancos, ya tengo nueva casa, estoy instalada y si bien, sigo aun sin cocina, puedo ya por fin disfrutar de una normal conexión a la red ¡Cuanto lo necesitaba! nunca creí ni estar tan enganchada, ni que la desintoxicación pudiera resultarme tan dura y dejarme tantas secuelas...
¿Por dónde empiezo a contar? Creo que ya no recuerdo lo que costaba escribir y lo que disfrutaba leyendo las vivencias y peripecias de tantos y tantos compañeros y compañeras a los que a diario doy el coñazo y por suerte con o sin conexión he seguido dando la lata.

Pues eso, tengo café para todos los que queráis pasar por casa y un montón de chocolate para acompañarlo. También tengo una tremenda hipoteca y muchas ganas de contaros todo lo que en estos días y en este nuevo centro he ido experimentando. Como por algo hay que comenzar, lo haré por lo más entrañable y distinto de los último días.

La actividad que en este primer trimestre más me ha llenado, en la que más me he involucrado junto con mis alumnos/as, la que más dolores de cabeza me ha generado, la que me ha ocasionado más satisfacción y en la que mi departamento ha creído y ha apostado con firmeza, ha sido nuestra particular campaña de recogida de zapatos para colaborar con la ya conocida "Shoes for África" puesta en marcha por Samuel Etoo y compañía. Ya sabéis, lo de siempre. Leo algo sobre el tema, no lo pienso en exceso y se lo lanzo a mis alumnos/as de Ética y compañeros/as del Departamento. Convencidos aceptan el reto y juntos trabajamos y trabajamos hasta involucrar a los ayuntamientos y colegios de sus localidades y recaudar miles de pares de zapatos. La odisea del transporte con algunos coches amigos, la carga y descarga de tantos zapatos y nuestra nocturna entrega en el Corte Inglés de Badajoz no os la cuento, estoy segura que de hacerlo definitivamente me tacharíais de loca y aunque lo estoy un poco, no es para tanto. La actividad ha sido valorada por el alumnado y además de disfrutar hemos dormido mejor de lo habitual. ¿Qué más se puede pedir?

Por el momento es suficiente. Mañana os cuento mi particular vinculación de los resultados académicos y la ratio. Estoy convencida de que lo más evidente nunca resulta ser tan simple como pudiera parecer y que el peso que cobran las distintas variables que intervienen en el proceso se adaptan demasiado a las circunstancias y hacen que la realidad no sea fácil de prever.