Ayer fue un día de reencuentro y hoy de espera. El proceso de acceso a la función pública se acerca al final y con él queda atrás un curso de intensa dedicación a un grupo de alumnas/pronto compañeras y siempre amigas, con las que he aprendido, he compartido y lo más importante, he disfrutado muchísimo. El proceso ha sido duro, pero...¿quién dijo que fuera fácil?
A mi parecer todas están preparadas, la diferencia en los resultados vendrá marcada tanto por factores externos y un tanto incontrolables por el opositor como por el control de la situación por parte del aspirante y su capacidad para demostrar todo lo que sabe. Para todas, a estas horas de la mañana en la que todavía permanecemos a la espera: SUERTE; espero que vuestra dedicación y trabajo sean recompensados como merecéis.
En todo caso, pese a lo que pase quiero que sigáis intentándolo con fuerzas tantas veces como sea necesario, en este ámbito o en otro similar, porque estoy convencida de que se trata de persistencia y de que pronto encontraréis un hueco en esta profesión para poner en marcha todas esas innovadoras ideas que tenéis en proyecto.
A las que no pudieron compartir el día de ayer con nosotras decirles que las echamos de menos y que en las próximas no pueden faltar. Esperamos que os recuperéis pronto.
Actualización: diez de las trece chicas que se han presentado en Extremadura han aprobado, con lo cual, la satisfacción es mucha; aunque...sigo pensando exactamente lo mismo que en su día apunté sobre este modo de acceso: ¡menudo proceso de locos!
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