18 febrero, 2009

Vendo nombramiento de jefa de departamento

En los últimos días vengo pensando que en lugar de entre tema y tema me hallo entre absurdo y absurdo. El último con el que me he cruzado, que me afecta de lleno y que ha logrado que me arda la sangre es la sinrazón de la administración. No entiendo mucho sobre legislación a pesar de pasarme las últimas noches leyendo y leyendo, pero día a día me voy acercando más a lo que se cuece en su interior y cada día me gusta menos. Ahora sí, allá va mi particular peripecia.

Como saben, los que tengo cerca, en los dos últimos años tengo el cargo de secretaria y el de jefa de departamento; más que porque me guste acumular cargos, porque en su momento decidí asumir el reto y formar parte de un equipo directivo de un centro de nueva creación y porque mi departamento el curso pasado estaba formado por el Educador Social, una P.T itinerante y yo misma. Durante estos dos años, vengo desarrollando ambos trabajos, más los añadidos por unos y los buscados por mí, esos que no son ni obligatorios ni puntúan, pero que considero necesarios (véase capítulo Escuela de Padres). La jefatura de departamento no me la pagan porque parece ser que aunque trabaje el doble sólo puedo cobrar la secretaría y lo mejor de todo y que acabo de descubrir, vaya el reconocimiento de mi juventud e inexperiencia por delante, es que la jefatura tampoco me la puntúan; no tiene cabida, parece ser, eso de que se valoren ambos trabajos. Total, que llevo dos años trabajando en algo que ni me pagan ni me valoran y ya comienzo a estar harta de tal situación y de escuchar por parte de la administración eso de: es injusto, tienes toda la razón del mundo al hacer tal reclamación pero así aparece en la convocatoria y hay que asumirlo. Vamos, que ante mi indignación he recibido una palmadita en la espalda y algunas palabras que me dan la bienvenida al club de los "pringaos". Parece ser que el lema es: digiera la situación en la que se halla y siga usted trabajando porque la ley dice que usted tiene que ser nombrada y además que no puede renunciar a tal cargo, independientemente de su acuerdo o no con la situación que vive. Y mientras esto me lo dicen por teléfono, me paso leyendo y leyendo y no lo veo por ninguna parte... y me encuentro con aquéllos que, viniendo de la propia administración, me dicen: renuncie al cargo sin pensarlo dos veces. Total, que ante tanta confusión y tan pocas palabras claras y sensatas, sigo preguntándome: ¿llegaré a encontrarme con la parrafada que busco en algún papel o para cuando lo haga, ya habré decidido seguir trabajando sin rechistar demasiado? Ya veremos...

Como esto era poco y ya se sabe que me gusta lo doble; aquí viene la segunda peripecia. Me ha dado por presentar varias publicaciones, o lo que es lo mismo, algunos artículos, medio bien hechos, de mi etapa universitaria, que tenía guardados en el baúl de los recuerdos, pero que forman parte de algún trabajo educativo que contine su correspondiente ISBN o ISSN. Mi sorpresa ha sido que en este apartado también he obtenido 0.0 puntos y que después de indagar en los motivos, parece ser que no se debe ni a la calidad ni a la extensión de dichos trabajos, cosa que sí hubiera admitido. Pues eso, que alucinada me he quedado cuando me han dicho, vía telefónica, después de llamadas y llamadas, que se exige la entrega de un certificado de la editorial donde se especifique el número de copias vendidas y demás datos absurdos...y más alucinada me he quedado cuando he descubierto que lo importante parece ser que es el valor económico y eso del enriquecimiento personal/cultural... que tal publicación pueda suponer, es cosa de críos. ¡Y yo que pensaba que esto tenía algo ver con educación, que la administración además de planes de refuerzo específicos tenía intención de valorar seriamente la buena voluntad de "los pringaos"! ¡Qué Dios nos pille confesaos y que mande una inspección por sorpresa para que yo vea la cara de algún inspector inspeccionado! Quizá así, la próxima vez me recuerde y sus palabras no me suenen tanto a absurdo.

Vamos, que aunque sea a base de bofetadas, estoy aprendiendo en los últimos días más que en los últimos años y al final todo se lo debo a los absurdos que la administración permite. Por otra parte, he pensado que como el nombramiento de la jefatura no tiene ningún valor para mí, en estos momentos , lo voy a poner en venta. Eso sí, advierto, para que luego nadie se sienta engañado, que este nombramiento va acompañado de los dos libros de actas que gracias a él me ha correspondido rellenar hasta el momento.


Nota: Como también hay quien me está ayudando a dar tumbos en estos días y mi inspector a pesar de no darme soluciones me ha llamado por teléfono y se ha preocupado por el asunto, creo que nos apreciamos mutuamente, lo voy a sacar del saco de la Administración y además le voy a dar las gracias. Eso sí, que no piense que el curso que viene la situación, por mi parte, se va a repetir. Sr. Inspector, me planto.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo creo que el cargo que deberías poner en venta es el de secretaria: es el que menos te va, además de que, por lo que cuentas, nadie en tu departamento puede asumir la jefatura.

En fin, como ya te dije, bienvenida al mundo de los "pringaos".

Por cierto, hoy mi director, exdirector tuyo también, me ha recordado que no hago más que darme cabezazos contra esta administración, en una animada CCP en la que se hablaba del inefable (viva el oxímoron) plan de refuerzo. Ya te digo, "pringaos" habemos muchos.

Salutem, y no te relajes que hay que seguir dando caña.

Anónimo dijo...

La situación es lamentable, pero yo sé que eres una gran persona, una buena secretaria y una estupenda orientadora y que el amor que sientes por tu trabajo va a hacer que sigas realizando ambas funciones como siempre y pese a todo. ¡Lástima que te halles en tal situación y que las respuestas que recibes sean tan difusas como absurdas, compañera!

María José Hernández Serrano dijo...

Te tenía perdida la pista -ambas nos vamos enredando en mil líos, y hoy me paseo por tu blog para ver si encontraba algunos datos tuyos (como sabes) y me encuentro con este comentario...
Sabes lo que te aprecio, y se de sobra lo que luchas día a día. Es una pena que el reconocimiento dependa de una administración tan anquilosada y con tantas trabas. Pero nada es en balde y seguirás creciendo; yo, humildemente, quiero contribuir a hacerte un huequito en otra institución que como dicen por tu tierra, también ¡tiene tela! Sigue trabajando que la recompensa llega, estoy segura!
Una vez más ¡ánimo chiqui!

Anónimo dijo...

Hola Begoña, soy Pilar L.,¡cuánto tiempo sin hablar contigo!, unas veces por mi, otras por ti...pero con frecuencia veo tu blog. ¡Qué injusta es la administración!, pero la verdad que no me sorprende nada y menos lo que está relacionado con la jefatura del Departamento de Orientación.

Besines y cuidate mucho, continúa luchando, que eres una campeona con todo lo que te propones.

Anónimo dijo...

Hola Bego.
¡Tía como me fastidia toda esta historia! siempre lo mismo y siempre a los mismos; a los que pensamos que esto es más que un trabajo no hacen más que darnos tortazos.
Espero que sepan reconocer el error y que se enmiende, aunque no tengo mucha confianza, para que te voy a engañar.
Un beso y mucho ánimo, estoy segura que puedes con ésta y con cien administraciones como ésta.

María dijo...

Te veo un poquillo quemada, aún así demuestra tus fuerzas y tus ganas, mantén siempre la ilusión que nos has contagiado a todos. La administración es así de ingrata, y no por ello vas a abandonar tus proyectos. Ánimo, you can! saluditos

Anónimo dijo...

Lo de las administraciones es una vergüenza.
¡Mucho ánimo, que vales un montón!

Luis Inclán García-Robés dijo...

¡Hola, Begoña!
Gracias a tu comentario en mi blog, he podido conocer este tuyo. Y me encuentro con tus más que fundamentadas quejas. ¡Ánimo con todo ese jaleo!
También me he encontrado con un comentario de mi buen amigo (y supongo que tuyo) Carlos Cabanillas. El mundo es realmente pequeño.
Como veo que eres Orientadora, te pongo la dirección de otro blog mío sobre ese tema (son mis pinitos como tutor y coordinador de bachillerato). Puedes verlo en:
http://lorientacio.blogspot.com
Está en catalán, pero algo cogerás...
Gracias por tus comentarios.
Luis.

Lourdes Domenech dijo...

Estas historias deben salir a la luz al menos para aclarar que suceden. Lamento que tú seas la protagonista de este absurdo, y aunque no consuela, quizá te interese saber que el club de los "pringaíllos con doble cargo" son muchos en los centros en los que la plantilla no da para alegrías.
Yo soy de ese club, pero conocía los límites administrativos desde el principio.