El domingo comenzó la aventura rumbo a Santander para asistir a uno de los cursos internacionales de verano que la UIMP oferta. En esta ocasión, elegimos "Educación, convivencia y ciudadanía en la cultura global", más que por el título, por compartir con alguno de los ponentes que participaba en éste, por tener una excusa que permitiera reencontrarnos a un grupo de amigas e iniciar algunos proyectos que teníamos en mente y también, por supuesto, por disfrutar de la ciudad.El día de ayer fue estupendo. Llegamos sin problema, aparcamos en el Palacio, disfrutamos de una suculenta comida con vistas al mar y escuchamos algunas cosas interesantes y otras que como siempre, se reducen a teorías que no reflejan para nada lo que nos encontramos a pie de aula. Algunas cosas a destacar:
1.- La conversación mantenida con Mariano Fernández Enguita sobre la escuela pública y privada. Sobre este asunto no puedo pasar por alto afirmaciones que salieron de su boca como: "las naciones no nacen: se hacen. Y, por lo mismo que se hacen, se rehacen y se deshacen", "todos los poderes políticos se sirven de la escuela para formar, bajo sus pies, una cultura homogénea y leal", "para los aficionados al cristianismo y al nacionalismo está el mundo privado", "el maestro en la escuela, el cura en la parroquia y el alcalde en el ayuntamiento". Muchos temas interesantes, muchas opiniones rotundas y polémicas...pero a pesar de compartir muchas de sus ideas, tengo que decir, del mismo modo que se lo dije a él, que me decepcionó. Ante la cuestión que le lancé: ¿qué parte de responsabilidad asignaría a la Administración para hacer efectiva la interculturalidad en los centros?, se fue por las ramas y siento que terminó contestándome como un político. Quizá es que no se aparta tanto como yo pensaba o algunos de sus escritos me habían hecho pensar de la postura administrativa; quizá es que la administración cuenta mucho con él y le dio miedo pringarse en exceso...no lo sé. La cuestión es que propuso unos mecanismos que los centros y los profesores debíamos asumir para hacer frente a los nuevos desafíos, desde mi punto de vista, criticables e insuficientes, puesto que omitió la responsabilidad de algunas partes de la comunidad educativa que creo que deben jugar un papel fundamental para que la buena convivencia en los centros deje de ser una utopía y para que los alumnos inmigrantes lejos únicamente, de estar escolarizados, reciban una verdadera educación de calidad. Pues eso compañeros, de todo lo que pasa en la escuela, nosotros tenemos la mayor responsabilidad parece ser; eso de que faltan recursos personales son cuentos chinos, este señor se une también a la idea de que no sabemos aprovechar lo que tenemos; y... los profesores tenemos muchas vacaciones ¡tanta queja, tanta queja!. Yo que pensaba que a esos argumentos tan simples del horario y las vacaciones sólo aludían los que no tenían formación para acudir a otros...
Mañana más, ahora toca acudir nuevamente al curso. Espero que Ramón Flecha no me decepcione, así no tendré que arrepentirme de haberlo mencionado en varias ocasiones.
08 agosto, 2006
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