Hace unos días, debatíamos sobre la conveniencia o no de tener encendida la televisión durante la comida y la relación de este hecho, con la comunicación familiar que se establece en la mesa. Hoy, llega a mis manos el fragmento de un texto que mucho tiene que ver con la comunicación y el mantel.
Aquí os lo dejo.
"La hora de la comida debe ser sagrada. Cuando la gente come junta ocurre algo especial. Le sorprendería saber hasta qué punto la alegría en la mesa, el tono distendido y amable, puede significar la diferencia entre un estómago sano y una úlcera, o entre la incomunicación y unos sólidos lazos afectivos"
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