No sé si era lo que esperaba, quizá son demasiados escenarios en un mismo contexto como para hacer de estas líneas algo previsible. Quizá sea eso y la clave de "Los peces de la amargura" esté en la dificultad para prever lo que viene al pasar la página, en la incorporación de diferentes ópticas de un mismo contexto y en la capacidad de hacerte sentir en primera persona cada una de las vivencias que atañe a los diferentes protagonistas. Por el momento, esta noche ha hecho que lo tome nuevamente de la estantería para recordar a Zubillaga, el protagonista de esa historia en la que sin darme cuenta estaba pensando.
02 mayo, 2007
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1 comentario:
No he leído el libro, pero su título me hace pensar en que debe servir de orientación vital en momentos adversos... o me equivoco... Me puedes decir de qué trata?? Me atrae la portada sugerente con esas manos que dejan en libertad a los peces...
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