Ayer tuve noticia de una nueva jugada de nuestros admirados altos cargos, en esto de la educación. Como pienso que de vez en cuando se confunde el ser bien educado con el verdadero valor de educar bien, aquí estoy de nuevo para contar lo ocurrido e intentar que no sufran otros las consecuencias de tanta incompetencia.
Pues eso, parece ser que, a pocos días del inicio de este nuevo curso, las plantillas se abren y cierran como si de ventanas se trataran, vamos...sin ton ni son. Una puede tener la definitiva en un centro y enterarse vía sindicato y por pura casualidad que su lugar de residencia va a cambiar de la noche al día; y lo mejor, sin que la afectada, ni la directora del centro, ni el inspector del sector hayan recibido ningún tipo de notificación previa. Volvemos a lo de siempre y es que al final con tanto papel inservible rodando por ahí, corremos el peligro de que lo verdaderamente importante se pierda en el supuesto camino. ¿Cuál es la respuesta en estos casos?, paciencia, paciencia, esto es lo que se les ocurre para cubrir el evidente error, humano, pero error, después de todo un verano y a pocos días de empezar. Lo dicho, se estrena el curso y comenzamos a rodar una nueva película, sólo espero que mi 3,2,1, acción, no lo tenga que decir desde la Cochinchina.
02 septiembre, 2006
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