29 octubre, 2006

VII Jornadas de Historia en Llerena

Viernes,27 de octubre.

La casualidad y la curiosidad se han unido y han hecho que este fin de semana participe en las VII Jornadas de Historia, celebradas en Llerena. Hasta ahora, no tengo ni una sola queja. La organización está siendo fabulosa y al variado muestrario de trabajos, se han unido, entre otras, intensas reflexiones sobre el arte como medio de propaganda y sobre la creciente relevancia que tiene para el poder el control de la opinión pública. Ideas que, sin querer, han hecho que recuerde lo que en su día me aportó un libro que me gustó mucho, La (des)educación, de Chomsky. Para terminar o para rizar el rizo, como se prefiera, hemos disfrutado también, de un concierto ofrecido por Gerardo del Barco Cantero y Juan Carlos Jiménez Franco, dos músicos naturales de Llerena. Lo mejor, la interpretación por parte de estos artistas de obras como la Gran Jota de Concierto de F. Tárrega, La Danza Ritual del Fuego de M.de Falla y la que no podía faltar, esa que desde hace una década y gracias a la que fue mi profesora de música es mi favorita, El Concierto de Aranjuez de J.Rodrigo.. Aquí os dejo esta obra de M. de Falla, espero que os guste.



Ayer,sábado 28, se clausuraron estas mismas jornadas a las que más arriba se hace alusión. Otra vez, toca pasar página pero no puedo hacerlo, sin hacer mención a las estupendas intervenciones durante estos días de Bartolomé Bennassar, de Edward Cooper y de Pedro Navascués. Tampoco quiero dejar de mencionar a todos esos compañeros, profesores en su mayoría, que se atrevieron a subir al estrado para compartir esas interesantes investigaciones y trabajos que vienen realizando, es de admirar su labor profesional.
Señalo ahora, una frase que salió de boca de Navascués, sin otra pretensión que incitar a pensar: La restauración es la descripción falsa de lo que se ha destruido. A quien no la comparta, le animo a revisar por ejemplo, fotos del ayuntamiento de Ciudad Rodrigo a lo largo de la historia. Será suficiente para comprobar las impresionantes modificaciones arquitectónicas que ha sufrido este edificio. Otra cosa, tengo que decir que este señor logró mantener a todo un auditorio con la boca abierta, durante más de dos horas que duró su intervención. Nunca había visto cosa igual, asombrosa fue su intervención en general y admirable en particular, su forma de transmitir y llegar tanto a los especialistas en la materia, como a los curiosos que estábamos por allí. ¡Ya nos gustaría a algunos lograr mantener la atención de nuestros alumnos durante tanto tiempo!.
En todo caso y para seguir aprendiendo de personas como él, vuelvo el año que viene por estas mismas fechas, a estas mismas jornadas. Contad conmigo.

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