29 junio, 2006

¡Por fin en casa!

Hemos pasado hoy, esperemos, sólo el primero de los malos tragos que nos faltan por llegar. Pues eso, teníamos cita a las 8:00 de la mañana, pero se ve, que a más de uno el examen nos dio la noche y a las 7:45 estábamos allí. Todos teníamos cara de circunstancia, unos estábamos más nerviosos que otros, o más bien, unos intentaban disimular los nervios y otros no hacíamos nada, por evitar manifestar lo propio de la situación. Charlábamos y nos mirábamos con cara de curiosidad, las preguntas, sin duda, que rondaban nuestra cabeza eran del tipo:¿qué puesto ocupará éste en la lista?, ¿sabe tanto como parece o me está vendiendo la moto?...las sensaciones propias de la ocasión, motivadas más que por la desconfianza, por la tensión acumulada y el absurdo, pero presente, espíritu de competitividad inherente al proceso de selección.

Entre saludo y saludo, los minutos pasaban y nos dábamos cuenta de que había demasiada gente, demasiado trabajo, saber y experiencia concentrados, para optar por una de las pocas plazas ofertadas. La cuestión ahora es, ¿quién de todos habrá escrito y leerá, próximamente,justo lo que otros están esperando o se les antoja escuchar en el momento?...uff, ¡qué chungo está el panorama!. En cualquier caso, los supuestos prácticos los he hecho como me hubiera gustado elaborarlos y aplicarlos, y el tema, lo he desarrollado como me hubiera gustado escucharlo. Nada más, espero que a ellos también les guste, pero sino es así,no pasa nada, esta noche dormiré después de tiempo, tranquila y satisfecha por el trabajo realizado, sabiendo que lo he hecho bien, aunque todo es mejorable y probablemente otros lo hayan hecho mejor que yo. Bueno, ahora, aunque sea sólo por unas horas voy a disfrutar del sofá. ¡Ya tocaba descansar!, el cuerpo lo pedía y la mente lo necesitaba. Mañana, vuelta a la carga y a dar la correspondiente lata, pero ahora...sofá.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Si hay algo de justicia en el mundo, tú debes conseguir un puesto de trabajo. Ojalá ese puesto fuese en nuestro centro.

Begoña Mena Bonilla dijo...

En respuesta a Carlos.

No creo que haya mucha justicia, ni siquiera algo de justicia..., más bien, no creo en la justicia. En cualquier caso, ojalá siguiera en este centro. Que conste, que he intentado que Paco lo ascienda de categoría, de una vez debe pasar a ser considerado el mejor de la zona, nada de estar entre los mejores. Nos lo merecemos y el trabajo nos avala.

Begoña Mena Bonilla dijo...

En respuesta a Juan Fdez

Me alegra que de vez en cuando revises mis pequeñas cosas, esas, que ahora son de todos y que pueden pasar de ser pequeñas a grandes cosas, con vuestras aportaciones.


Sobre la justicia, igual no es que no crea, simplemente que aún no ha estado cerca, sólo eso. Buen consejo eso de la paciencia, me falta descubrir qué es, pero tiempo al tiempo...

Anónimo dijo...

Hola Bego! A ver si esta vez consigo enviarte el comentario. Quiero desearte toda la suerte del mundo y que por fín te tenga la Junta entre sus funcionarios, pues si te conocieran y supieran como trabajas no dudarían en acogerte. Gracias por la tarde que nos dedicastes ayer. Un beso

Begoña Mena Bonilla dijo...

En respuesta a Manolo de Monesterio.

¡Qué buena gente!, muchas gracias por todo. Es verdad, pasamos buena tarde pero sobre todo destacaría que en buena compañía. En cuanto pase todo este rollo de oposiciones la repetimos, esperemos que haga menos calor para entonces. De cualquier manera,...la repetimos.